jueves, 2 de julio de 2015

No me entero de nada

Antes de empezar permitidme dos citas:

... escribo para mí solo.
No para halagar a los dioses ni a los reyes,
ni por miedo al porvenir, ni por esperanza...
Mika Waltari (Sinuhé el egipcio)

No persigo la gloria
de dejar en la memoria
de los hombres mi canción
Antonio Machado (Cantares)

Mi actual ubicación espacio-tiempo, estos versos, y mis pensamientos están en la misma sintonía.
Así que nadie se sienta ofendido, que nadie piense que predico dogmas ni preconizo catástrofes, simplemente escribo.
Quien no lo quiera leer es muy libre de no hacerlo, lo mismo de quien sí lo quiera leer, quien quiera tomarlo en consideración que no sea por halagarme, quien por leerlo cambie de actitud, que no me culpe.

Hay cosas que se ven mejor desde fuera, mejor dicho, sólo se ven claramente desde fuera. Liberado de corrientes, hábitos, y climas, inmerso en otras realidades, otros "día a día", otros pensamientos, de pronto te pones a pensar en vivencias pasadas y, a veces, tienes que hacer verdaderos esfuerzos para reconocerte a tí mismo en esas escenas. No te crees que alguna vez hayas podido pensar de esa manera, o llevado la situación por esos cauces. No encaja en absoluto en tu realidad actual.

Bueno, hasta aquí todo bien, ya que sólo se trata de recordar desde mi sofá y mirando los árboles y las nubes. Lo malo empieza cuando vuelves físicamente a ese "mundo pasado" y tienes que bregar con sus habitantes. Siento como si tuviera que desempolvar mi viejo disfraz, ponermelo y mimetizarme con el clima y los hábitos pasados, amoldar mis pensamientos y mis pasos hasta alcanzar la marcha normal de la rutina olvidada.

Pienso que esos caminos los he dejado atrás hace tiempo. Es un hecho, una realidad que yo no manejo, surge así. Alguno pensará que me estoy tirando el rollo, que soy un pedante presuntuoso, pero no es así, no es una actitud impostada. Dicen que los equipos de futbol son más efectivos "en casa" porque tienen el apoyo incondicional de su afición, los cánticos de los hinchas y también, aunque en menor medida, por el sentimiento de responsabilidad ante su público. Cuando juegan fuera, se encuentran con un público hostil, que te insulta, te escupe, te rompe el autobús, ya no juegas para tu gente que aplaude cada jugada que haces, sino que sacas fuerzas de flaqueza para hacer un papel digno y capear el temporal como sea. En resumen, es más fácil jugar en casa que fuera.

Cuando llevas tiempo jugando fuera, resolviendo conflictos propios y, a veces ajenos, en terreno hostil, empiezas a desarrollar algunas funciones que estaban dormidas en tu mente. No las necesitabas en tu anterior vida, ya que tenías el consentimiento ambiental, seguías la corriente del río en el que tu entorno te había metido. Cuando te encuentras en otro río tienes que empezar a familiarizarte con la nueva realidad, averiguar en qué dirección fluye, intuir los remolinos, evitar los rápidos... y lo más gracioso es que nadie te lo explica. Ellos no consideran necesario explicarlo, ellos han nacido allí, lo ven trivial, piensan que todo el mundo debería saberlo, no pierden su tiempo en dar explicaciones de algo tan obvio. Sin embargo te caes de bruces a cada mal paso que das... y los das. Te equivocas constantemente, andas de forma errática, tropiezas aquí y allá, vas como un zombie.

Luego, cuando vuelves a tu entorno natural, a tu río, ¡te parece todo tan fácil! todo lo encuentras en su sitio, llegas a los lugares de siempre sin preguntar a nadie, hablan tu idioma, ya no tienes que usar ese esfuerzo mental adicional, y te queda espacio en la cabeza para ver las cosas mucho más claras. Escuchas a la gente y te ries de sus problemas, escuchas sus chistes y ya no son tan graciosos. Ese espacio mental adicional te da clarividencia, elocuencia, pareces un líder. Cuando te quieres dar cuenta te están siguiendo como si fueras un Mesías.

Repito que no me estoy jactando de nada, no digo que sea más listo que nadie. Se trata de una sensación que experimento cuando vuelvo a mi entorno después de un tiempo viviendo en otros países. No quiero decir que yo sea mejor que nadie, pero me encuentro distinto a los demás, como si, durante mi ausencia, mi entorno y yo hubiéramos evolucionado de forma diferente.

Esto no lo entiende la gente, hay que hacer un nuevo esfuerzo y fingir que nada ha cambiado. Muchas veces tengo que salir de situaciones con recursos como -... y yo qué se, en Londres no me entero de nada.

Josetxu.

2 comentarios:

Tesa dijo...

Leído así, desde mi evolución diferente a la tuya, suena un poco prepotente.
:)

X-Ray dijo...

Yes :-))

Cadena SER en directo

Esperando Contenido Widget ...